lunes, 1 de enero de 2018

Crónica 703

Por si las moscas

En mi corto descanso, por ahí perdido y sin contactos, en Periódico Debate encontré una columna de Natalia Bedoya con este párrafo aterrador:
"En el Bloque Sur de las Farc al mando de Edgar Tovar, Fabián Ramírez y Joaquín Gómez llevaban a las niñas embarazadas al caño de Yanamaru Putumayo. Allí los cubanos practicaban cientos de abortos. El caño era una corriente de sangre": Lucía, que escapó de Farc. En este enunciado hay una mención que atrae mi curiosidad: “Allí los cubanos…”
Muchos de estos casos ocurrieron antes de iniciarse las conversaciones en La Habana y ya los cubanos asistían a las Farc en labores médicas. ¿También los hacían en otras actividades como entrenamiento, adoctrinamiento, y labores subversivas? o ¿preparaban el terreno para los diálogos? Al escribir estas líneas no alcanzan allá mis fuentes, pero las declaraciones de Lucía dejan claro que los delegados de Castro estaban con las Farc antes de la firma de los acuerdos.
Pensando pensamientos como diría mi amigo Jaime R. Echavarría (qepd),  tampoco cae de sorpresa la reunión de campesinos cubanos y colombianos celebrada en Saravena donde la líder María Amalia Rodríguez, vocera de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba (ANAP), declaró: "Este movimiento es muy importante porque une a los campesinos territorialmente, los moviliza y los mantiene unidos y organizados para el trabajo en la lucha y en la productividad". Es el preludio de la organización que se pretende en las ZRC (Zonas de Reserva Campesina) dentro de lo previsto en el acuerdo sobre Reforma Rural Integral.
He sostenido que las Farc desde las reuniones secretas con el gobierno en La Habana siempre han sido consistentes: hicieron valer todas sus pretensiones, obligaron a Juan Manuel Santos a cruzar todas las líneas rojas que dijo haber establecido y, a mentir, para convencer al país que no se afectaría la propiedad privada, el modelo económico, la justicia y la libertad de expresión, todo lo cual ha venido violándose o reglamentado en contra de lo afirmado, a través del Fast Track. Obtuvieron las Farc en los acuerdos más de lo que pretendían lograr con las armas.
Quedan en el camino enigmas de gran calado. Menciono solo cuatro:
1.    ¿Seguirá permitiéndose el crecimiento de los cultivos de coca, amapola y marihuana y el aumento del consumo interno de drogas ilícitas?
2.    Se han destapado abusos sexuales a menores por parte de comandantes de las Farc. El legislativo determinó que estos crímenes deben ser juzgados y castigados por la justicia ordinaria. ¿Podrán entonces estos comandantes ser congresistas?
3.    La Fiscalía general de la Nación ha encontrado en manos de testaferros varios billones de pesos en bienes no declarados por las Farc. ¿Podrán los dueños de estos bienes ser elegibles en cargos públicos y burlar el paso por la justicia ordinaria?
4.    Los asesores del G2 cubano que se encuentran en Colombia acompañando la organización de guardias campesinas ¿los ha autorizado el gobierno o están clandestinos?
La única respuesta positiva a estos interrogantes es ganar en marzo las elecciones para congreso y luego la presidencia.

El rincón de Dios


Para este 2018: “Aleja Señor del horizonte de nuestro pensamiento la autosuficiencia que nos convierte en esclavos de nosotros mismos; el orgullo que nos hace sentirnos dueños absolutos de todo lo que acontece; la vanidad que nos pierde; la insipidez que nos impide el encuentro contigo; la apatía que nos convierte en grandes desconocidos tuyos.”

1 comentario:

jaimesald dijo...

Ante todo ganar las elecciones parlamentarias en marzo, para lo cual se requiere una óptima estrategia.

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